De Alaska a Tierra del Fuego
15 países, 58.552 km y 580 días llenos de aventuras inolvidables, de culturas ancestrales, de una naturaleza espectacular y sobre todo de gentes acogedoras, a través del continente americano. Un viaje donde los sueños se hacen realidad, y a veces la realidad supera la ficción. Una travesía inolvidable donde hemos tocado la libertad.
ALASKA
El estado salvaje e inmenso de los Estados Unidos, aunque bien podríamos considerarlo como otro país. Paisajes de tundra, glaciares, bosques y ríos allá donde alcanzan nuestros ojos. Territorio de esquimales y de pueblos indios nativos que no les ha quedado otra que adquirir el modo de vida occidental pero que vivían en estas tierras cientos de años antes de que llegara el hombre blanco. Más Habitada más por animales que por humanos, pero los que hay curiosos, barbudos, muy indis y divertidos y sus fiestassss, muy estrambóticas… con concursos de quien corta un tronco en menos tiempo, o rodeos de pescadores. ¡Menudas fiestas se pegan los Alasqueños ¡ Y sin duda el mayor regalo que nos ha ofrecido Alaska, ha sido su sol de medianoche, sus días interminables y la sensación de sentirnos en el lugar más remoto del mundo.
CANADA
País Salvaje y solitario, sus montañas Rocosas, sus ríos, bosques, glaciares y lagos turquesas nos han cautivado y su vida salvaje increíble, muy variada y abundante: cabras montesas, bisontes, caribús, y sobre todo los osos, que al principio eran un espectáculo, y acabaron siendo una pesadilla por tenerlos demasiado cerca.
Nos encontramos poblados remotos donde todavía se conservan tradiciones, y donde las antiguas tribus que habitaban estas tierras dejaron plasmada su cultura, y alguna que otra ciudad, donde los rascacielos nos sorprenden después de tantos y tantos kilómetros de bosques infinitos y donde su gastronomía deleita al viajero con una fusión de colores y sabores.
EEUU
País de una naturaleza espectacular, donde los paisajes nos trasladan a otro planeta, donde la tierra se funde con cielo mostrando decorados y espectáculos cromáticos, laberintos mágicos en las rocas creados por el viento, y árboles como el Joshua que inspiran hasta los mismísimos U2 en uno sus álbumes. Playas escondidas donde el Pacífico ruge con furia y por supuesto, los parques naturales más espectaculares que nunca hayamos visto, donde los animales andan a sus anchas como uno más en su adaptación a las nuevas circunstancias.
País de ciudades míticas, como San Francisco, o las Vegas, de escenarios cinematográficos como el de la serie Doctor en Alaska, De gentes entrañables y muy diferentes, desde cowboys, a ricos excéntricos, desde ocupas viviendo rodeados de basura a granjeros que ondean la bandera americana en el porche de su casa, en la variedad está el gusto sin duda, un país para no aburrirse.
MÉJICO
Tradiciones, culturas ancestrales, cuna del pueblo Maya, del Azteca, de los antiguos Teotihuacanos, y de muchos más. País de mitos y leyendas, de interminables playas de arena blanca, de desiertos infinitos, se selvas tropicales, de cuevas mágicas, ciudades vivas, y gentes alegres, vivas y hospitalarias. De tradiciones muy arraigadas como la festividad del día de los Muertos que todavía al recordarla nos pone los pelos de punta. Ver la celebración de la Muerte es algo para no olvidar. Mercados donde perderse y una gastronomía espectacular donde los sabores y colores de sus moles, enchiladas, y tacos se mezclan de una manera armónica y donde más de una vez se nos han saltado las lágrimas de lo que pica. Y por supuesto país del famoso tequila, la bebida mágica de este maravilloso país.
GUATEMALA
País de emociones fuertes y aventuras, pasamos 29 días que nos parecieron meses de lo intenso que fue.
País de civilizaciones Mayas que construyeron templos majestuosos escondidos en selvas tropicales, de lagos mágicos rodeados de volcanes, ciudades coloniales cubiertas de color por los trajes de sus habitantes indígenas, que conservan cuidadosamente su cultura y tradiciones.
Mercados abarrotados, fiestas populares y procesiones pintorescas; todo un espectáculo para los sentidos.
Rutas que nunca vamos a olvidar por lo duras que han sido pero también por sus paisajes espectaculares.
Y sin duda, lo más bonito, su gentes acogedoras que nos han abierto las puertas de sus hogares y nos han ofrecido todo.
EL SALVADOR
País de volcanes espectaculares, y de enormes lagos azules rodeados de colinas cubiertas de café, de playas donde las olas rompen con furia y de pueblos pintorescos. El país de las ricas pupusas y de tanta otra gastronomía que nos ha sorprendido. Hemos tenido la oportunidad de conocer lo que fue el conflicto armado de primera mano acompañados por un ex guerrillero, experiencia para no olvidar. Pero sin duda, lo mejor del Salvador, su gente, acogedora, cercana y divertida.
NICARAGUA
País de diversidad, donde el viajero se siente acogido y donde sus maravillas antes desconocidas lo convierten en un increíble destino.
Volcanes en erupción donde se puede escuchar el rugir de su lava, ciudades coloniales con sabor al pasado y tradiciones, islas de fantasía donde uno se pierde y no quiere encontrarse.
Pueblos de pescadores y playas escondidas donde el sonido del océano se convierte en la música del lugar.
Un país con mucha historia y con un café que degustarlo en una de sus haciendas después de haberlo molido se convierte en un auténtico placer.
COSTA RICA
El paraíso de Centro América; selvas tropicales, bosques lluviosos, y una fauna increíble y variada, desde ranas diminutas a enormes cocodrilos, pasando por nuestro favorito en el viaje, el osos perezoso. Playas paradisíacas que invitan a quedarse para contemplar y escuchar el rugir del mar.
Atardeceres con colores inolvidables, gentes cálidas y ritmo caribeño.
Costa Rica, sin duda “PURA VIDA”
PANAMÁ
País de grandes contrastes, de ciudades cosmopolitas y de pueblos indígenas completamente desconocidos para nosotros, de espectaculares reservas naturales donde hemos podido ver el quetzal, uno de los pájaros más exóticos de Centroamérica.
Playas desérticas y plantaciones de café a las faldas de su volcán más emblemático, Baru.
País que une los dos océanos gracias a una de las obras de ingeniería más complejas de la historia, “el Canal de Panamá”.
Un país en continuo desarrollo donde todavía perduran las tradiciones y la esencia cultural del pasado.
COLOMBIA
País de aventuras, de paisajes diversos e increíbles, desiertos únicos, playas paradisíacas, remotas y escondidas, lagunas mágicas de sorprendentes colores y el comienzo de la magnífica cordillera andina.
Pueblos perdidos donde el realismo mágico de Cien Años de Soledad, y las tradiciones siguen vivas, donde las gentes son acogedoras, cálidas y divertidas.
Ciudades cosmopolitas donde se funden las tradiciones con los tiempos modernos.
País de culturas ancestrales que se mantienen vivas y de ruinas misteriosas que esconden un pasado a descifrar, ¡ y de una comida!, ¡qué comida! Chorizos, morcillas…. el cerdo allí, es tan típico en nuestra tierra con lo que la felicidad durante nuestra estancia ha sido permanente.
Sin duda un destino apasionante, un país que engancha y del que es difícil partir.
ECUADOR
El país de las cuatro estaciones en un día, si sí, como suena, uno puede disfrutar de la primavera, el verano, el otoño y el invierno en 24 h. País del que apenas conocíamos nada y que nos ha sorprendido por su diversidad.
Pueblos quechuas donde hemos entrado en contacto con la cultura de los chamanes y hemos oído las más fascinantes historias Incas.
Posee una selva amazónica con una flora y fauna única e impresionante, donde hemos visto simpáticos monos aulladores, insectos mimetizados con su entorno, cocodrilos al acecho de sus presas y tarántulas que tuvimos que aceptar como vecinas. Lugar donde la aventura está servida y donde hay pueblos indígenas que nunca han entrado en contacto con la cultura occidental.
Increíbles volcanes que resaltan en la cordillera andina, donde las vicuñas y las llamas nos reciben con miradas de curiosidad y pueblos donde las tradiciones ancestrales se mantienen vivas. Bonitas ciudades coloniales con celebraciones y gente autentica que hemos tenido la suerte de conocer. Así como una gastronomía que no tiene nada que envidiar a la de su país vecino. Además, tiene una costa donde hemos podido ver a sus aves marinas en bonitos momentos de sus ciclos reproductivos y que nos ofreció un verdadero espectáculo de la naturaleza, ver saltar de las profundidades del océano a una de las gigantes ballenas jorobadas.
Si nuestra meta no fuese llegar al final del continente, sin duda nos hubiésemos quedado aquí.
PERÚ
País que muchos recuerdan por su visita al Machu Picchu y que nosotros recodaremos por las emociones fuertes que hemos vivido. Nunca olvidaremos el intenso recorrido por Perú y sus rutas desafiantes, donde siempre pensábamos lo mismo, ¿Por qué nos hemos metido aquí?
País de culturas ancestrales y de ciudades Incas perdidas llenas de misterios. Donde hemos visto las montañas andinas más majestuosas del continente que rodean lagos turquesa que parecen espejismos, playas desérticas con una fauna preciosa y enormes dunas donde poder contemplar la puesta del sol. País del mítico lago Titicaca lago Titicaca y de sus islas flotantes. Ciudades coloniales que mantienen el esplendor que tuvieron un día y pueblos indígenas que conservan sus tradiciones y sus coloridos vestidos, donde los mercados son una auténtica atracción.
Sin duda tiene la mejor gastronomía del continente americano. Sus gentes que nos ha hecho reír, nos ha ofrecido su amistad, sus historias y su ayuda incondicional. La hospitalidad en este maravilloso país es inmensa, y aquí tuvimos la mayor sorpresa del viaje: ¡un ahijado!
BOLIVIA
País de mitos y leyendas, de pueblos indígenas y de mucho folclore, de costumbres curiosas, como la bendición, o bautizo de los autos; de tierras salvajes y remotas donde brotan los geiseres de las entrañas de la tierra, donde sus lagunas son de colores imposibles y donde los flamencos vienen a ponerle la guinda al pastel.
En su altiplano solitario sólo habitan las llamas y vicuñas, y sus rutas son difíciles pero espectaculares y donde cruzábamos los dedos para no pinchar.
Los mercados en Bolivia le dejan uno boqui-abierto, sobre todo cuando uno ve a la venta el feto de una llama.
Pero la mayor adrenalina fue recorrer los más de cuatro kilómetros de los túneles a 40 metros de profundidad y a 3500 m de altitud de las minas de plata de Potosí, donde todavía se trabaja con la precariedad de hace 500 años. Sin duda país de mucha aventura y mucha belleza.
CHILE
En sus nada más y nada menos que 4300 km de longitud, Chile nos ha ofrecido desde los paisajes espectaculares del desierto, hasta las magníficas montañas de la Patagonia, donde la cordillera Andina no deja de sorprendernos con glaciares majestuosos, espectaculares montañas, y rutas australes donde llegar es un auténtico reto. Chile es naturaleza y se respira naturaleza.
Tuvimos la oportunidad de celebrar las fiestas patrias con los chilenos, donde disfrutamos los imprescindibles: la cueca, el baile tradicional, las barbacoas y los terremotos, la bebida típica de esta celebración, cuyo nombre no necesita explicación.
Pero sin duda lo más bonito que nos ha pasado en Chile ha sido encontrar a nuestra familia chilena, encuentro lleno de alegría, de historias, de unos asados espectaculares y de mucho pisco, la bebida por excelencia.
ARGENTINA
Tierra de gauchos, soñadores y viajeros.
Nos ha quedado mucho por visitar de este enorme país, pero el bolsillo ya no daba más de sí. Sus joyas del sur como el glaciar Perito Moreno, su mítico pico Fitz Roy y su cordero patagónico nos han enamorado. Hemos compartido el mate, la bebida nacional con sus gentes y hemos disfrutado rincones perdidos de la gran Patagonia, conduciendo la mítica ruta 40, donde antiguos pueblos dejaron marcado en la piedra su paso hace millones de años, y hoy solo la habitan animales salvajes que nos deleitan a nuestro paso. ¡Mágica Patagonia!
TIERRA DE FUEGO
En los últimos confines del mundo, donde se acaba la tierra, y empieza el mar y el hielo, habitaban unas gentes desde hacía miles de años. A pesar de las condiciones climáticas apenas cubrían su cuerpo, para protegerse del frío se rodeaban de grandes fuegos. Cuando llegaron los españoles y vieron a lo lejos las llamas, la llamaron Tierra del Fuego.
Este lugar de la Patagonia compartida entre Chile y Argentina representa sin duda ¡el sueño cumplido!
Parajes donde el viento sopla con fuerza, donde la naturaleza es solitaria, simple y hermosa… Donde termina el Mundo.